lunes, 4 de mayo de 2009

Blockbusters de Calidad

por Héctor Mallet
Cuando uno dice blockbuster, piensa en presupuestos exorbitantes, grandes estrellas e impactantes efectos especiales. Desafortunadamente, estas características han catalogado a estas películas como de poca sustancia y que su único atractivo para el público es visual.
Pero en esta década, ha habido un cambio importante en esta percepción, pues han surgido una serie de blockbusters que han roto con los prejuicios y han demostrado que un buen producto de entretenimiento no está peleado con buenas actuaciones, dirección y guión. Exigen espectadores activos, tienen un mensaje emocional y se libran de clichés. Parte de esta tendencia, es elegir directores y actores de cine independiente o de drama, como el director inglés Christopher Nolan, que las buenas críticas que recibió por Memento le valieron la dirección de la nueva franquicia de Batman. A su vez, Christian Bale, actor galés reconocido por películas no comerciales como Psicópata Americano o El Maquinista, fue elegido para interpretar al caballero oscuro, cuya reputación en cine andaba por el suelo por los fracasos dirigidos por Joel Shumacher. Nolan explora al miedo y cómo lo controlamos, y que no importa que demos lo mejor de nosotros para servir, la gente siempre encontrará algo para criticarnos.
En la nueva franquicia de James Bond 007, la elección de Daniel Craig hizo gritar en el cielo a más de uno, pues no era el prototipo del espía inglés, pues es rubio, más feo que los anteriores y el más bajo de estatura (1.78m). Sin embargo, Casino Royale y Quantum fueron del gusto del público por ser películas diferentes a las anteriores: eran más dramáticas y oscuras, 007 se ensucia y enamora por primera vez, era un patán y ya no usa sus sofisticados gadgets.
Un último ejemplo es la trilogía de Jason Bourne, donde se muestra a un personaje cuyo principal atributo no es ser muy rudo o guapo, sino inteligente. Sus principales armas no son de fuego, sino los objetos más cotidianos, como un tostador o una pluma. El automóvil que maneja no es un deportivo último modelo, sino un taxi o un viejo Mini Cooper. La trama es muy compleja y no permite que te desconectes un segundo.
A pesar de la calidad que brindan estas películas, los dólares invertidos en la producción y mercadotecnia siguen pesando mucho, pues seguimos viendo mega-producciones que sólo llaman la atención por el hype alrededor de ellos, y no por su buena manufactura cinematográfica.
Bibliografía
S/A (01 de Julio de 2008). Batman: El Caballero de la Noche, Cinemanía # 142, p. 41 y 50 – 56
Del Rio, C. (noviembre 2008). 007 Quantum: Sólo se sobrevive dos veces, Cine Premiere # 170, p. 58 – 65
Solórzano, M. (septiembre 2007). The Bourne Ultimatum: El final de un agente secreto, Gamers # 25, p. 94 - 95

1 comentario:

  1. Es cierto que el presupuesto invertido en una película no determina su calidad, ni para bien ni para mal. Habría que preguntarse si en otro tipo de películas (las tres que mencionas son de "acción") también ocurre lo mismo, pensemos por ejemplo en las películas de fantasía...
    Buen entrada.

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