Por Paola Gallo
Hoy día vivimos en un mundo artificial en la mayor parte del planeta, no vivimos con la tecnología sino que vivimos en ella. Este diagnóstico describe a la perfección la sociedad contemporánea, en la que artefactos y sistemas tecnológicos modelan nuestra forma de vida, y se han dedicado a transformar el planeta en un mundo artificial ajustado a las necesidades y expectativas del ser humano. Este protagonismo, que avanza a pasos agigantados día con día, de la ciencia y la tecnología en las condiciones de vida, exige que las personas nos acostumbremos a vivir con él, o nos quedemos atrás y vivamos del recuerdo.
Debemos de aceptar que hoy la vida humana transcurre en un medio más artificial que natural, tan solo con mirar a nuestro alrededor y ver que todo lo que nos rodea es absolutamente artificial, siempre rodeados de artefactos tecnológicos creados por el hombre con el único fin de simplificarnos la vida, y vivir “mas cómodamente. Este mundo artificial, como consecuencia del acelerado desarrollo tecnológico de este siglo, ha adquirido una importancia tal que en gran medida condiciona nuestras actividades, nuestro comportamiento, el desarrollo social y como consecuencia nuestra cultura que lleva el sello indeleble de la tecnología.
Dentro de estas mejoras que el hombre ha ido creando para tener una mejor calidad de vida, se encuentran también los cambios que ha sufrido la fotografía, aquella imagen que nos hace tener un vivo recuerdo de algún momento de nuestra vida. No nos vayamos muy lejos, desde el sencillo cambio de la pintura, a la invención de la tecnología, aquel drástico cambio de lo manual a lo artificial, que muchas personas se opusieron a él, y que sin embargo tuvieron que terminar por aceptarlo, porque como ya habíamos dicho, no tienes otra opción mas que ajustarte a los cambios y progresos.
Pero más recientemente la fotografía ha sufrido un drástico cambio, un progreso que permite modificar aquella imagen con el único fin de poder mejorarla, el gran invento de PhotoShop, aquella herramienta que nos permite modificar y mejorar las imágenes cuantas veces queramos. Pero entonces es una contradicción, ya que entonces no estaremos viendo el vivo recuerdo de lo tomado por el fotógrafo, sino que estaremos observando únicamente lo que el fotógrafo quiera mostrarnos. En pocas palabras, el PhotoShop ha hecho que la fotografía que observamos haya dejado de ser algo real, un recuerdo, ha pasado a ser una herramienta del hombre.
La herramienta de Adobe PhotoShop es una aplicación para la imagen digital, en forma de taller de pintura y fotografía y que está destinado para la edición, retoque fotográfico y pintura, el cual fue elaborado por la compañía de software Adobe Systems, en un principio se creo únicamente para computadores Apple pero posteriormente también se adapto para que las PC pudieran utilizarlo. Es una herramienta que sin duda alguna ha crecido de manera bestial en los últimos años, y que ha sido un tema de discusión para todo tipo de fotógrafos, tanto chicos como grandes, expertos e inexpertos, para personas que viven de la fotografía, o también para quienes simplemente se divierten con ella. Una herramienta que sin duda alguna ha revolucionado el mundo fotográfico en tan solo unos años.
El PhotoShop es una herramienta que ha sido muy discutida desde que se invento, por una parte están las personas que opinan que si el hombre encuentra los medios para mejorar las cosas, ¿Por qué no debemos de aprovecharlos? Y por otra parte existen las personas que piensan que el arte de la fotografía ha restado valor desde que se invento esta herramienta, que lo único que ha conseguido es que cada vez que vemos una fotografía, no sepamos si es algo real, o es otra imagen más retocada.
En mi opinión, yo creo que siempre lo natural va a ser mejor, pero por otra parte
debemos de irnos adecuando a los constantes cambios que va sufriendo el hombre gracias a la tecnología, ya que si desde un principio el hombre su hubiera opuesto a estos cambios, entonces seguiríamos viviendo en cuevas, y haciendo pinturas rupestres. Lo que intento decir es que no es malo saber utilizar y aprovechar las herramientas que día con día el hombre ha ido inventado, simplemente debemos de estar conscientes de las consecuencias que puede traer, y por supuesto utilizarlas inteligentemente, es decir, que no utilicemos PhotoShop para cualquier tontería, sino cuando sea realmente necesario retocar la fotografía, por algo dicen que todos los excesos son malos. No caigamos en el vicio de volver todo lo que nos rodea en algo artificial, no perdamos la idea de que la fotografía es un verdadero arte, no caigamos en las trampas que nos pone día con día el ser humano. Crezcamos junto con la tecnología, pero no dejemos que ésta nos gane la batalla.
Bibliografía:
-Díaz Martín Jose Manuel, Lo básico de PhotoShop, Pearson Education, Madrid, 240 pp.
-www.freephotoshop.org
-http://www.google.com.mx/search?q=%C2%BFel+photoshop+es+bueno%3F&hl=es&start=10&sa=N
-Artículo "Aplicando mascaras en PhotoShop, www.maestrosdelweb.com
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